IV Uso y Conservación

Introducción

La biósfera es el ecosistema global, sostiene la vida en la Tierra a través de la provisión de bienes naturales finitos y por lo tanto limitados. Ello indica que el uso y/o aprovechamiento de dichos bienes por parte de los seres humanos debe ser regulado de manera tal de que resulte sostenible y de este modo los recursos necesarios para sostener la vida estén disponibles para la generación actual y también para las futuras. Sin embargo, el crecimiento continuo de la población humana y un estilo de vida cada vez más costoso en términos ambientales resultan incompatibles con el concepto de uso sostenible o sustentable. Ya en la década de 1960, los científicos empezaron a reconocer que las poblaciones de especies silvestres y sus ecosistemas estaban desapareciendo rápidamente a causa de las actividades productivas humanas y la consecuente alteración de los hábitats para la vida silvestre.

Por las razones mencionadas arriba, la Biología de la Conservación propone el uso de técnicas de manejo de la vida silvestre y de ordenamiento territorial para un uso de los bienes naturales, armonizado con la protección de la biodiversidad en todos sus niveles. Existen una serie de herramientas desarrolladas para la conservación y la preservación de los ambientes naturales y la vida que albergan.

Estrategias de conservación

Las acciones para lograr los objetivos de conservación y uso sustentable de los recursos naturales requieren de una importante inversión de tiempo, dinero y recursos humanos capacitados. En muchos casos, los biólogos involucrados o comprometidos con la conservación se enfrentan a la escasez de estos recursos, por lo que se han elaborado distintas estrategias para maximizar el número de especies a proteger y los hábitats a conservar y minimizar los costos necesarios para realizarlo. Así, los esfuerzos pueden estar dirigidos a las especies, a las comunidades y a los ecosistemas, a los centros de diversidad o a las áreas silvestres.

El Manejo de Vida Silvestre es una disciplina que se encarga de diseñar las herramientas necesarias para la toma de decisiones técnicas con el objetivo de lograr los beneficios necesarios para el desarrollo humano y la conservación de la fauna. En nuestro país, la carrera de Maestría en Manejo de Vida Silvestre (Centro de Zoología Aplicada, Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Universidad Nacional de Córdoba) forma, desde el año 1992, profesionales capacitados para la investigación, el asesoramiento y la toma de decisiones en todos los aspectos relacionados con la administración de la vida silvestre. Un importante cometido de esta disciplina es el asesoramiento técnico a los actores políticos encargados de la toma de decisiones sobre el uso de nuestros bienes naturales. Entre las principales estrategias de manejo diseñadas se encuentran las siguientes:

Ordenamiento Territorial

Una de las principales causas de la pérdida y degradación de hábitats es el cambio en el uso de la tierra. Para evitar las consecuencias, es necesario realizar una planificación que contemple tanto los beneficios de la explotación de los recursos como sus desventajas. Así, el ordenamiento territorial involucra la toma de decisiones concertadas de los actores sociales, económicos, políticos y técnicos, para la ocupación ordenada y uso sustentable del territorio.

Conservación in situ y ex situ

La mejor estrategia de conservación de la biodiversidad a largo plazo es la protección de las comunidades y poblaciones naturales o conservación in situ. En algunos casos esto no es posible debido al grado de perturbación del ambiente o porque el número de individuos de una población, remanentes en la naturaleza, no constituyen una población viable, por lo que es necesario mantener a los individuos en condiciones artificiales lo que se conoce como conservación ex situ.

Áreas Naturales Protegidas

Las áreas protegidas constituyen la principal fuente de conservación in situ. Se clasifican en base al nivel de protección y el grado permitido de utilización de los bienes naturales resguardados. Las categorías de áreas protegidas establecidas por la UICN son una clasificación internacional para la administración de estos territorios, que ha sido desarrollada y definida por la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de esa institución. En la provincia de Córdoba existe una red de Áreas Naturales Protegidas, tanto privadas como gubernamentales, que protege fragmentos representativos de las ecorregiones del centro del país.